Ser una almazara pequeña y familiar nos permite tener el control de todo el proceso, desde el campo hasta el producto final, elaborando inmediatamente después de la recogida (siempre extracción en frío) y obteniendo un aceite de oliva virgen extra ecológico de un fruto de secano muy concentrado y sorprendente, resultado de nuestro compromiso con la calidad y el cuidado de lo que ofrecemos.

Nosotros mismos desarrollamos todo el proceso, desde el trabajo de campo hasta la recogida, elaboración, envasado y comercialización de nuestra propia cosecha.

Todas las operaciones están dirigidas a conseguir un crecimiento armonioso del olivo y sus frutos para que éstos se desarrollen correctamente y alcancen el final de su etapa productiva con una óptima maduración.

El tiempo de cosecha comienza a mediados de octubre, cuando el fruto está en su momento idóneo de maduración (envero). La recogida de los frutos la realizamos siempre del árbol, nunca del suelo, y mediante procedimientos que evitan dañar el fruto.

Una vez separado el fruto de las hojas y ramas, llegamos al proceso de extracción del aceite en frío (elaborado a temperatura inferior de 27º), siempre antes de que transcurran 12 horas desde su recogida.

Al finalizar el proceso de elaboración, el resultado que obtenemos es espectacular, la esencia más pura… unos aceites vírgenes extra ecológicos, de tonos verde intenso o dorados, según las variedades, con unas características organolépticas bien diferenciadas, muy armoniosos y elegantes.